miércoles, 3 de septiembre de 2008

PRÓLOGO

PRÓLOGO


Redactar el prólogo de un libro es una tarea exigente y compleja, especialmente cuando se trata de una obra que recoge las reflexiones particulares de una persona, en un contexto epistemológico y con un sentido cargado del peso de una práctica de vida pletórica de matices y significados. Afortunadamente, tengo la fortuna de conocer hace varios años al profesor Oscar Colonia Alcalde, de haber leído otros textos de su autoría en donde pone en evidencia su incansable deseo de investigación, de reflexión y construir conocimiento pedagógico a través de desentrañar su propia práctica docente. Por ello pienso que mis puntos de vista recogen una mirada bastante integral y con elementos de juicio que me permiten tomar una posición de respeto de su trabajo académico como punto de partida.

Me alegro de escribir este prólogo, de este libro cuyo titulo sugestivo “ENSAYANDO CON ENSAYOS EN LA ESCUELA”, parece a primera vista un juego de palabras, no sólo por su autor a quien admiro como persona y como un profesional de la educación, siempre preocupado por realizar aportes que propendan por el mejoramiento de la calidad de la educación y que hagan de la escuela ese lugar en donde los sueños, esperanzas y utopías de las nuevas generaciones puedan ser realidad algún día; sino también; por sus destinatarios principales los educadores colombianos, los relegados de la políticas estatales del neoliberalismo, en donde se los concibe como ejecutores de estrategias y acciones encaminadas a lograr las metas del eficientísimo gubernamental.

Son conocidos los efectos que la palabra por intermedio de la escritura y la lectura, le aportan al ser humano por medio de la comunicación reflexiva de las ideas, para promover debates, que promueven el cambio social y la conquista de la libertad, es por ello que la humanidad le confirió a la escuela el propósito fundamental de alfabetizar a los ciudadanos para que pudieran ser el soporte de la democracia, el respeto, la tolerancia y la conquista del conocimiento, como aspectos en los cuales se pudieran sustentar el progreso y la libertad; es por ello que Paulo Freire ese gran maestro y pensador latinoamericano hubiera dedicado su vida a materializar su ideal de la educación como práctica de la libertad.

Cuando se escribe sobre la educación, las ideas pedagógicas y se sistematiza una práctica, lo primero que hay que subrayar es que no es fácil dejar de lado los planteamientos y puntos de vista que han sido expresados por reflexiones anteriores. No obstante ello, la sistematización de una practica como la del profesor Colonia, a manera de ensayos organizados por momentos y vivencias del autor; en los cuales entrelaza de manera sugestiva pensamientos de autores de la pedagogía, la filosofía y las ciencias, con los desafíos y sus prácticas en entornos institucionales formativos, es un desafió para cualquiera que se enfrente a la aventura de poblar las hojas en blanco en un bosque de significados, que recoge el resultado de una praxis, que como lo pensarán los griegos, es la conjunción de la teoría y la práctica en un coro polifónico, en donde todos los que han vivido al experiencia pedagógica se pueden reconocer.

Por lo expresado anteriormente, es necesario entender que hablar de las ideas pedagógicas, es también hablar de la educación y de la sociedad en un determinado momento con sus anhelos, conflictos y utopías, en tal sentido no se puede ser indiferente y por lo tanto se requiere tomar partido por una posición epistemológica, económica y política. En los temas educativos como en cualquier otro aspecto de la vida no se puede ser indiferente.

Otro aspecto que hay que tener presente radica el texto en su nivel correspondiente, este aspecto es muy importante ya que el autor delimita con mucha experticia y fundamentación conceptual el corpus de los autores que le sirven de soporte para su reflexión, de los temas que aborda y de los escenarios formativos en los que interactúa para construir la trama de los 20 ensayos que constituyen el documento. En este trabajo se reflejan las valiosas experiencias de trabajo en el aula, en los seminarios y cursos de formación profesional y de otros escenarios sociales en donde el autor ha ido transitando en su prolífica trayectoria pedagógica, animada siempre por su incansable interés por la reflexión sobre su trabajo como educador.

La educación es la práctica más humana que existe por su incomparable trascendencia en la existencia de la humanidad, quien si busca en sus recuerdos no encuentra una remembranza de la escuela, por lo que significa en la evolución y transformación de la vida y en la generación de la cultura, entendida esta como la construcción del legado material e inmaterial de los hombres a lo largo de su existencia y que ha permitido no solo que se diferencien de los demás seres de la creación sino que además se conviertan en la especie superior y dominante de los demás seres vivos.

Desde esta óptica es claro entender que la educación es una práctica social más de vivencias que de pensamientos, en donde estos se nutren y se fortalecen de aquellas, y son ellas las que le han impregnado vitalidad y fecundidad a los procesos de pensamiento, mediante la educación y los distintos sentidos que la humanidad le ha otorgado a lo largo de la historia.

Es precisamente esta la primera contribución que quiero resaltar de este trabajo, en el cual su autor Oscar Colonia Alcalde, a partir de una rica y profunda reflexión nos devela como la educación, como una práctica histórico cultural de los seres humanos, requiere ser analizada, pensada .y recreada desde las múltiples aristas que nos ofrece la imaginación mezclada con el valor de la experiencia plenamente vívida.

Otra contribución que encuentro en este libro, es el papel relevante que tiene la reflexión sobre la vida cotidiana del docente en su proceso formativo, en la construcción del saber pedagógico, en la generación de procesos investigativos y en la transformación de sus prácticas, en donde el despojarse de lo que se había sido enseñado para reencontrase consigo mismo, es el camino para la sabiduría, tal como lo percibieron hace muchos siglos los maestros del taoísmo.
En este sentido cuando la reflexión es sistemática y rigurosa y se tiene una sólida disciplina de trabajo, que pasa por los conquista del poder leer y escribir, es posible alcanzar una nueva comprensión de lo que es la relación dialéctica entre enseñar y aprender.

Desde el punto de vista de la organización y presentación de los ensayos que componen el libro “Ensayando con los ensayos en la escuela”, la estrategia de presentarlos como si fueran los actos de una obra de teatro, estructura un contexto a la reflexión en el que es posible establecer la analogía entre la vida cotidiana de al escuela y la representación de ella mediada por la reflexión, de un dramaturgo que toma distancia para aportar elementos para su comprensión.

Los directivos, docentes, estudiantes y demás integrantes de la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior Jorge Isaacs, de Roldadillo, al igual que los de las demás instituciones formadoras de docentes en el país, los investigadores, los docentes en general y quienes tienen que ver con los procesos educativos en nuestro país tienen a su alcance una serie de ensayos que como dice su autor “mezclan el arte a lo artesanal con el saber de la ciencia“, donde se analizan un serie de hechos, momentos y aconteceres, que se han ido constituyendo en el hilo conductor de los procesos pedagógicos que han dinamizado el quehacer cotidiano, de la precitada institución formadora de Maestros y Maestras, desde finales del siglo XX y en lo que va transcurrido de esta primera década del siglo XXI.

La lectura de los 20 ensayos que conforman el texto, en su conjunto plantea la urgencia de enfrentar las tensiones que se dan entre dos lógicas: la de la formación académica del futuro educador, muy centrada en la repetición y memorización de conceptos, supuestos filosóficos epistemológicos, pedagógicos y didácticos, con los cuales no se fomenta el desarrollo del pensamiento ni el crecimiento personal del docente en formación; por otra parte, el aislamiento que se observa en muchas Escuelas Normales Superiores, con respecto al resto del sistema educativo del país, desconociendo que la formación docente es indisoluble de la problemática de la profesión y del desempeño docente. Cada vez, adquiere mayor importancia la necesidad de entender que la formación de educadores es mucho más que un aspecto curricular, de las competencias que hay que desarrollar o los perfiles para alcanzar, el espectro es mucho más amplio e incluye la opción del país por un modelo de desarrollo, que a su vez, genera una opción educativa en la cual la formación de los futuros educadores desempeña un papel de singular importancia.

La propuesta del libro es sin duda ambiciosa y se agota solamente en su lectura, me parece que induce a una perspectiva al lector planteando opciones para un amplio itinerario, ya que sugiere e incita a buscar nuevos caminos para recrear la escuela: da pistas, lanza provocaciones, plantea interrogantes y motiva nuevas búsquedas para profundizar en el papel trascendental que para la sociedad colombiana tienen las Escuelas Normales Superiores, que se resisten a declinar en su invaluable labor de construir el futuro del país, ante los embates de las políticas estatales y la indiferencia de algunos sectores de la opinión pública nacional.

Los ensayos acopiados en el libro, ”Ensayando con los ensayos en la escuela” son un desafió para encontrar el valioso tesoro que cada educador guarda en su practica y un testimonio de que ello no sólo es posible sino necesario, para un educador comprometido con un proyecto ético de transformación social, y que cuando reflexionamos y pensamos en nuestro quehacer cotidiano nos volvemos productores de conocimiento pedagógico. El texto constituye un aporte significativo para los docentes y estudiantes de las Escuelas Normales Superiores, así como para todos los educadores que tienen los ojos puestos en la educación de las futuras generaciones de Colombianos y Colombianas, quienes tienen el derecho a asistir a una escuela que les proporcione la formación requerida para enfrentar a un mundo cada vez más competitivo y cargado de incertidumbres.
Luís Hernando Rincón Bonilla